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Todos necesitamos una misión

Cultura empresarial

Cultura empresarial

Una definición sencilla de misión sería aquella que la define “nuestro propósito general” o “nuestra razón de ser”. El mundo empresarial, existen muchas formas de explicarlo y casi toda gran corporación tiene su misión, que junto con sus valores, conforma la entidad o el “ser” de lo que es la empresa.

El hacer aquí sería “cómo actuamos, como desarrolla su actividad la empresa”, esos comportamientos que dan forma a la cultura organizacional y que se apoya en unos valores.

¿Tienes tu misión clara? Desde el coaching por ejemplo, trabajamos con objetivo y si no lo hay, no habría proceso de coaching, así que sin tu misión, ¿cómo podrás lograr tus objetivos?, y en el mundo empresarial, para que las empresas consigan mayores “fans” si hablamos en términos actuales del mundo digital, o embajadores de su marca, hay que buscar en el “ser” profundo de la organización y encontrar una misión y valores que den forma a la cultura empresarial, y lograr que nuestros primeros embajadores, los empleados, crean en esa misión y valores, y se refleje con su compromiso, con sus comportamientos.

Muchas veces existe una cultura formal y otra “informal” que subyace dentro de cada equipo, división, departamento u organización, y es importante que busquemos como aunar lo mejor de todo ello, dotando de herramientas a las personas que forman la organización pero siempre con la base de la misión y valores compartidos, porque sin ese “patrón compartido” es difícil que nos sintamos identificados, como individuos, con la organización, y por ende, muchas teorías afirmarán que el compromiso no está o no se da.

Sabemos que existen muchos métodos para medir el compromiso de los empleados, desde una encuesta de clima, análisis de indicadores como rotación o en la actualidad, donde las redes sociales y la digitalización generan un entorno rápido y muy cambiante, se dan herramientas que intentan medir, en tiempo real, como se siente el empleado con respecto al compromiso con su organización.

¿Tenemos que esperar a que un empleado nos entregue su carta de baja voluntaria? ¿Podemos trabajar como marca empleadora el valor que damos a los empleados? Y por supuesto, qué se sientan “parte de algo”, parte de esa misión, y esos valores, es un paso esencial para poder desarrollar compromiso, qué desde mi punto de vista, y como el talento, uno no solo busca atraer a los mejores, sino desarrollarlos, pero por supuesto, que se comprometan, se sientas cómodos y puedan dar lo mejor de sí mismos.

Es por eso, donde el desarrollo de esta misión y cómo se trasmite en todas las partes y personas que componen la organización, es un factor clave de éxito para generar compromiso.

 

 

Infografía Engagement Empleados

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Hoy os dejo un post corto pero muy “visual”.  El compromiso o “engagement”, locución en inglés más usada, es hoy día una quimera para muchas organizaciones y los profesionales de recursos humanos. A veces, no basta con seguir aplicando las mismas medidas y herramientas de hace más de veinte años, sobre todo en recursos humanos, y hay que encontrar nuevas fórmulas para potenciar el compromiso de los empleados, y adaptarnos a nuevas generaciones, a entornos tan volátiles como vivimos ahora, donde una tecnología queda obsoleta en solo meses… ¿y tú, qué medidas utilizas en tu organización?

 

Cuando el miedo aparece, el talento se diluye

miedoEn muchas organizaciones se trabaja desde la cultura del miedo, y no nos equivoquemos, todos hemos sentido miedo alguna vez, y el miedo a su vez, es parte del avance de nuestra especie, el ser humano.

Y las organizaciones, al menos hasta hoy día, se componen de personas, seres humanos con sus miedos, preocupaciones, desazones, ilusiones, objetivos y esperanzas.

El miedo nos has ayudado a nuestra supervivencia pero en el mundo empresarial y en nuestro mundo actual, ¿es efectivo para que los profesionales den lo mejor de sí mismos?

“Trata a un hombre tal y como es y seguirá siendo lo que es. Trata a un hombre como puede ser y debe ser y se convertirá en lo que puede y debe ser”. Johann Wolfgang Goethe. Poeta y dramaturgo alemán.

El miedo es una emoción básica, que se produce cuando sentimos una sensación desagradable por la percepción de un peligro, y esto puede ser real, cuando sentimos que un coche viene a gran velocidad y nos podemos chocar, pero también, y puede generarse por algo que “creemos que va a pasar”. Este sin duda, es el miedo que más daño nos puede causar, y puede paralizarnos.

En muchas organizaciones, el miedo es parte de su cultura, es parte de la forma o estilo de gestión, y puede causar un gran daño, a la larga. Muchas veces, evitamos tomar riesgos, asumir nuevos retos, o decir, simplemente, que ese proceso no es bueno, y que podría llevar a una mayor eficacia y seguramente, mejores resultados.

Este miedo puede ser un gran lastre, y puede frenar nuestro talento, y a aquellos que gestionan equipos, si generan ese miedo, pueden reducir y sin duda parar, el talento de su equipo.

Y no nos olvidemos, el talento sin confianza, no trabajará. Cuando el miedo aparece, el talento se desvanece, salta por la ventana o choca contra un gran muro en mitad de un gran abismo.

El gran antídoto contra el miedo es la confianza, tener confianza en tu entorno, en tus compañeros, en tu jefe, sentir que si erras, hay todo un hermoso aprendizaje detrás, y que siempre te quedará esa red, compañeros, jefes, organización, que te proteja y que considere que el éxito no es algo inmediato, y que todo proceso tiene hermosos aprendizajes.

Desde recursos humanos, uno de los nuestros mayores retos y sin duda, algo que hace que aportemos valor es poder generar entornos y culturas que permitan el error, donde haya confianza, y se permita que el talento no se oculte frente al miedo.

¿Qué os parece?

Inspiración o satisfacción de empleados, ¿qué hacemos en las organizaciones?

Fuente Bain & company

Fuente Bain & company

Una de las principales preocupaciones y la eterna lucha es conseguir empleados satisfechos, comprometidos, pero ya no basta con medir el nivel de satisfacción con la encuesta  clima anual.

Si queremos avanzar en el rol de recursos humanos y yendo más allá, una de los aspectos clave de recursos humanos es ser un actor principal para generar un entorno donde todos quieran dar lo mejor de sí mismos, como agente que impulse el cambio, y que sea desde la guía, soporte y coaching, un área que fomente una cultura y liderazgo orientado en la gestión de personas.

De este modo, y tal cómo dicen muchos estudios, podremos conseguir mejores resultados empresariales, porque el principal activo, las personas, no es solo un término de la definición del área: “recursos humanos” sino que es el motor que trabaja, impulsa, y desarrolla su actividad para conseguir grandes resultados.

Está comprobado que un empleado comprometido consigue mejores resultados pero, ¿y nuestro departamento de Recursos Humanos, está comprometido para llegar a inspirar?

Desde nuestra área, tenemos que trabajar porque crear entornos de trabajo donde poder desarrollar todo el potencial, y que tengamos empleados que se sientan “inspirados” por nuestra misión y por lo que hacemos en la organización, e ir más allá de un empleado satisfecho.

¿Qué retos tendremos que afrontar?

¿Qué retos tendremos que afrontar?

  • Retener y recompensar a los mejores
  • Desarrollar la nueva generación de líderes de la organización, que “inspiren” a los empleados.
  • Crear una cultura corporativa orientada a atraer a los mejores.  Y todos formamos parte de esa cultura.

¿Qué opináis?

¿Cuál será el futuro del rol de Recursos Humanos?

 

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Picture from talentsquare.com

Si el futuro del trabajo, el entorno y tejido empresarial, y la tecnología están cambiando a  una velocidad hasta ahora desconocida, parece que la evolución de recursos humanos es, al menos, diferente.

Mucho hemos cambiado, como profesionales de recursos humanos, o ¿no tanto?,  en muchas organizaciones el papel de recursos humanos parece anclado en los años 60, aún en la gestión y administración de recursos, no añado humanos porque desde mi perspectiva, queda muy lejos de lo que entiendo por profesional de gestión de personas.

Algunos hoy nos llaman recursos humanos, inhumanos algunas veces también, gestores de talento, impulsores o activo clave para el cambio, gestores de personas… y tantas otras denominaciones o nombres, en español o con nombres más exóticos… Algunos incluso, van más allá, y ahora son “happiness officers”.

Y en este entorno donde los cambios son tan rápidos, la tecnología nos permite a avanzar a un ritmo o proporción de cambio antes nunca vista, ¿cómo somos en recursos humanos?

Entiendo que nos tenemos que adaptar a la cultura y al tipo de organización pero, qué podemos hacer para ir al mismo ritmo y no quedarnos en nuestro confortable sillón de recursos humanos, inamovibles…

Queda mucho por hacer pero si el futuro del trabajo está cambiando tanto, y muchas profesiones que serán clave en diez años, aún no existen, ¿qué harás para que el rol de recursos humanos crezca y vaya al mismo ritmo que estos cambios?

Algunas tendencias para 2020, que ya está tan cerca, nos dicen:

  • El Rol de Happiness officer será el que tenga, entre sus responsabilidades:
  • Tratar a las personas como personas, con preocupaciones. ¿Obvio, no? Respeto es esencial para generar un entorno de trabajo y relaciones saludables. La mayoría de los empleados buscan sentirse valorados por su empresa.
  • Garantizar los “básicos”, cubrir las necesidades básicas que ya señalaba Maslow.  Retribuir de acorde a lo logrado por ejemplo.
  • Ir más allá de escuchar a los empleados, “darles voz”. Ofrecer canales, herramientas y otros foros donde puedan expresar y proponer ideas, “comunidades” y no seguir perpetuando la comunicación en una única vía, cómo hasta ahora. ¿Tiene tu organización canales u otros donde la comunicación no sea solo unidireccional?
  • Coherencia entre valores corporativos. ¿Tu empresa tiene unos valores? ¿Y somos coherentes con los valores? Si el empleado se identifica con esos valores y la cultura corporativa, y siente que existe coherencia entre lo que expresamos y lo que hacemos, el compromiso o “engagement” será más alto.
  • Fomentar entornos de trabajo saludables, no todo es trabajo. Diversión y entornos para tener tiempo para relajarse o tener algo de ocio, en lugares donde pasamos tantas horas, es algo también en auge.
  • Ayudar a generar redes de colaboración, trabajo en equipo, entre todas las áreas de la organización.
  • Ofrecer libertad. Algunas empresas como Google ofrecen libertad a sus empleados para emprender internamente, más allá de su rol diario.
  • Y cómo no, ayudar a crecer. Ofrecer oportunidades y entornos donde los empleados puedan crecer, un básico, que a veces, no impulsamos tanto cómo esperan nuestros empleados, aquellos a los que damos servicio y que definen nuestro nombre  “recursos humanos”.

¿Qué os parece?

El futuro de la gestión del talento

En la gestión del talento, estamos inmersos en una nueva etapa, una nueva “revolución industrial” solo que ahora, el cambio es tan rápido, que por ejemplo, muchas de las profesiones que conocemos, dejarán de existir y aún no somos capaces de imaginar las nuevas profesiones que vendrán.

Según datos recogidos por el Observatorio para el Empleo en la Era Digital, ocho de cada 10 jóvenes de entre 20 y 30 años encontrarán un empleo relacionado con el ámbito digital en trabajos que aún no existen. Además, cada día leemos noticias de estudios que señalan la robotización de muchos de los trabajos que conocemos hoy.

En todo este proceso,  y en un mundo de posmodernidad  o modernidad tardía, como plantea la tesis del profesor Zygmunt Bauman,  y en un mundo tan cambiante, la flexibilidad y adaptación son factores de éxito.

Llevado a la empresa, todos aquellos que se puedan adaptar, y sean capaces de autoliderarse, conociéndose bien, podrán adaptarse al mundo cambiante que nos rodea. El cambio es lo único que parece estable en este caos y sociedad global, donde algo que ocurre a miles de kilómetros de donde vivimos, nos afecta e incluso, nos arrastra, como un gran tsunami.

Por eso, me pregunto, ¿cuáles serán los retos para el talento en las organizaciones? A priori, tener ganas de auto-liderarse, y tener “mente de aprendiz”, que nos ayude a gestionar nuestro ego, y que nos permita adaptarnos y aprender, porque solo con una mente abierta, con ganas de descubrir, como la de un niño, podremos aprender y adaptarnos a los retos del futuro.

Reconocer las emociones que nos invaden, mostrar compasión, con nuestra mente  y nosotros mismos en primer lugar, nos ayudará a mantener la mente de principiante,  a reinterpretar las situaciones desde nuevos puntos de vistas, a estar abiertos a entender otras posiciones, empatizar, y a aceptar, sin huir ni rechazar situaciones sino observando, con una mente libre de juicios.

Las personas son para mí la clave del éxito de muchas cosas, y la empresa también debe adaptarse a los cambios, y a impulsar organizaciones y líderes que se conozcan, ayudándoles y permitiendo que muestren valores y compasión. Organizaciones que permitan el error, como forma de aprendizaje.

La resiliencia, gestión emocional, y capacidad de adaptación serán competencias clave para el futuro, y desde Recursos Humanos, tenemos que ser cómo el garante de esa “mente de principiante” que nos permite desarrollar a personas y dotarlas de herramientas para que aflore todo su potencial.

¿Qué opináis? Cómo decía Bruce Lee, Be water my friend! os dejo el vídeo.