Supongo que todos los profesionales de RRHH hablamos mucho sobre qué es el Talento, cómo atraerlo, desarrollarlo, retenerlo pero ¿cuántas veces hemos citado “en vano” esta palabra? Detrás de Talento, para mí, siempre están las personas, porque ante todo, desde RRHH trabajamos por y para personas, al menos, así lo creo.
No se alcanzarían nuevos objetivos, metas empresariales, desarrollo de nuevas formas de trabajo, productos u otros sin el empuje de una o más personas. Hoy leía la frase de “no existe gran talento, sin gran voluntad”. Sin duda, nos vemos y encontramos reflejados en esta frase a muchos de los profesionales que conforman nuestras organizaciones, y a nosotros mismos.
Talento se entiende muchas veces como la capacidad para hacer algo de forma extraordinaria o, simplemente mejor que otros pero también puede vincularse a algo que tenemos que practicar, practicar y practicar para lograr hacerlo mejor, así entendido como algo que podemos “desarrollar”.
Para muchos autores el talento se desarrolla, aunque puede ser algo innato también. Por ello, los modelos y definiciones de talento (Frankz Mönks y E. Masson) se pueden clasificar en cuatro grupos:
- Orientados a rasgos de la personalidad y capacidades;
- Orientados a los componentes cognitivos;
- Orientados al logro y al rendimiento,
- Y orientados a los elementos socioculturales y psicosociales.
Detrás de la palabra talento, de su etimología, también tenemos referencia a una unidad monetaria utilizada en la antigua Grecia y también presente en el Nuevo Testamento…; así pues, podemos compartir que la asociación de talento con algo valioso, viene de mucho tiempo atrás.
Ahora, muchas organizaciones tienen el rol de “gestor de talento” que no solo se ubica en los profesionales de RRHH, véase la habitual denominación de áreas en RRHH antes conocida como selección, ahora también identificada como “atracción o adquisición de talento”, sino que ahora se centra en desarrollar a los líderes o gestiores de equipos como “gestores de talento”. Esta es sin duda, una de las claves, en el proceso de desarrollo del talento debemos dirigir y poner el foco en formar y desarrollar buenos “gestores de talento” y nuestros programas de recursos humanos deberían a ayudar y orientarse hacia esto: ayudar a los gestores de equipos que asuman su rol como “gestores de talento”. Así, conseguirán a atraer a los mejores a su equipo durante el proceso de selección, buscarán formas de motivarles y desarrollarles, porque la suma de sus talentos, ayudará a lograr los objetivos. ¿Qué os parece? ¿Estáis de acuerdo?
Trabajemos para no “devaluar” la palabra Talento.
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