Archivo del Autor: Olga Núñez

Resiliencia

En estos últimos días, semanas, estamos todos inmersos en una situación relativamente «nueva» para todos nosotros.  El confinamiento y aislamiento social que nos ha traído este nuevo virus, Covid19 está cambiando mucho nuestra rutina, pero sobre todo, está poniendo a prueba nuestra mente, nuestra resilencia.

Según la RAE, residencia es la «capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos», sin duda está definición coincide con el momento vital que estamos afrontando muchos de nosotros. Ser resilente para adaptar nuestra vida, nuestra convivencia, nuestra capacidad de estar con los demás, o no, nuestra forma de afrontar una situación, más allá de la grave crisis humana y económica e incluso diría de orden mundial que estamos viviendo. 

En esta nueva etapa que estamos viviendo, sobre todo tenemos muchas oportunidades para «repensar» qué queremos SER y, quizás, dejar a un lado el HACER, y sobre todo, pensar y dedicar tiempo a cuidarnos, a conocernos más. 

Hoy me han regalado esta bonita fábula, del helecho y el bambú, y creo que merece la pena compartirla en estos momentos, y que trabajamos nuestra resilencia, espero que os guste.

Mi experiencia con HRCI

El año pasado tuve la suerte de conocer a grandes profesionales de RRHH y comenzar a preparar la Certificación HRCI SPHRI en España. Son diferentes tipos de certificaciones que establecen un marco común para los profesionales de Recursos Humanos.

Las certificaciones son reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional que validan las aptitudes, habilidades y capacidades de los profesionales de RRHH. Tras compartir unas jornadas con diferentes profesionales, tuve claro que era una buena oportunidad de «poner a prueba mis conocimientos de Recursos Humanos» y decidí preparar el examen.

En España, empresas como 2mprogress  ayudan a los profesionales en el proceso de preparación para la obtención de las mismas. Tras pensarlo, y valorar qué supone una certificación así, a nivel profesional, el pasado mes de septiembre, hice el examen y obtuve mi certificación SPHRI.

¿Qué supuso para mi esta certificación? primero, es un orgullo haber sido la primera mujer en superar este examen y certificarme en España pero además, y más importante, es un reconocimiento sobre lo mucho que me apasiona todo lo relacionado con la gestión de personas y recursos humanos, y pone en valor estos conocimientos sobre un marco común y un temario que engloba todas las áreas de gestión dentro de recursos humanos, y que permite tener un «marco común» para todos los profesionales certificados.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de participar en el II foro de certificaciones internacionales en Recursos Humanos HRCI, donde tuvimos la oportunidad de compartir este foro con grandes profesionales de RRHH y  que contó con Amy S. Dufrane, CEO global de HRCI; Laura Middleton, CEO de HRCP, entidad que gestiona la formación para preparar la certificación y que es un ente diferente a HRCI, además de contar con grandes profesionales como Juan Carlos Cubeiro, Head of Talent de ManpowerGroup y  Salvador Ibáñez, country manager del Top Employers Institute; entre otros.

Gracias a todas las personas que han participado en el organización de este evento, a Campus Puente Nuevo (Universidad Corporativa de Gas Natural Unión Fenosa) por realizarlo en sus instalaciones.

Enhorabuena a todos los que compartieron también alguno de los premios concedidos por HRCI y 2mprogress por las certificaciones.

 

 

 

Nuestra naturaleza, nuestro mayor valor

 

Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose.

El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: «Perdone, ¡pero usted es terco! – ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?».

El maestro respondió:  «La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar».

Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.

Este cuento oriental nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de todas las cosas, y también la nuestra, y si nuestra naturaleza es “cuidar o amar” al otro, y es algo que viene de serie cuando nacemos, ¿por qué luchamos contra ello?.

En las organizaciones pasa algo similar, partimos de una naturaleza común, como individuos y estamos inmersos en una cultura organizacional donde compartimos, aunque no siempre, unos valores comunes. Por tanto, desde el punto de vista de la gestión de personas, también se hace necesario cuidar y trabajar sobre la base y la naturaleza de cada uno de las personas que componen los equipos, los departamentos, y la organización.

Esta historia nos lleva también a otra moraleja, no solo el respetar y entender que cada uno de nosotros tiene una naturaleza y algo que le hace único, sino que debemos aceptar a cada uno con su naturaleza y tal y cómo es.

Y eso me lleva a reflexionar sobre las distintas relaciones que existen y se dan en una organización, y la necesidad de trabajar competencias como la empatía, el saber entender y comprender el punto de vista de los demás, sin menospreciar ni enjuiciar, y gestionar las expectativas.

Como personas, tenemos la tendencia a imaginar situaciones ideales, construcciones que existen en nuestras mentes, y si no se cumplen nuestras expectativas, nos enfadamos, nos frustramos o nos entristecemos.

Es importante mantener nuestra naturaleza y no enfadarnos porque aquellos con los que convivimos, trabajamos en el mundo empresarial, no cumplen aquellas expectativas que nos hemos creado.

Es común en muchas organizaciones que la comunicación no sea correcta, y eso en la gestión de personas es vital, ayudar a que las personas construyan conversaciones “poderosas” donde dejen de lado juicios o creencias, expectativas irreales, o bien, trasmitan cuáles son de verdad esas expectativas,  ya que esto ayudaría a resolver muchos problemas que se dan en el día a día.

Muchas veces continuamos alimentando la frustración sobre expectativas que solo nosotros conocemos, y repetimos una y otra vez un patrón de comportamiento, aunque los resultados siempre sean iguales, y esto trasladado a equipos de trabajo puede ser dañino para cualquier intento de colaboración. Muchas veces, antes de colaborar, con nuestras creencias, expectativas, ya se ha eliminado toda oportunidad de colaborar.

Revisa cuál es tu naturaleza, y cuida la principal que marca lo que es un ser humano: dar amor,  desde la compasión y amor por los demás, seguramente te resulte más fácil trabajar, colaborar, y sobre todo, responder ante una determinada situación o conversación.

Recuerda tu naturaleza,  y tu esencia, si recordamos que todos estamos unidos por la capacidad que poseemos para amar,  muchas relaciones personales y profesionales, podrán basarse más en la colaboración y menos en la competición.

Experiencia de empleado, el reto de diseñar y crear

Source:Gameifications

Muchas empresas trabajan su “customer journey map” como una herramienta que les ayuda a conocer, interpretar y reflejar las relaciones y experiencias que tiene un usuario con una marca, servicio o producto.

Una mala experiencia de un cliente puede oscurecer hasta doce experiencias positivas, así que todo parece indicar que el ROI (retorno de inversión) en este tipo de mapas, y en conocer al cliente, identificando sus necesidades, intenciones y sus deseos, se hace vital para lograr mejores resultados y sobre todo, mejorar la identificación y valor de nuestra marca.

Las marcas “luchan” por conseguir una marca “inspiracional” donde tener clientes fieles a la marca, y no solo a un producto, servicio o experiencia.

Si miramos hacia dentro, en las organizaciones, nuestro principal cliente y también, la primera conexión con nuestra marca, sería el empleado. ¿Cómo podemos aprovechar toda la metodología y aplicarla a la experiencia de empleado?

El concepto de Employee centricity o Employee Journey Map está presente pero es algo relativamente nuevo, aunque sin duda, desde la visión de recursos humanos, debe y es el principal objetivo, o la visión que queremos desarrollar: generar una experiencia de empleado donde éste, pueda sentirse atraído ya desde su etapa como candidato, y en todo el ciclo de vida de empleado.

Además, si a esto le unimos que estamos en un entorno VUCA, donde todo va a un ritmo tan vertiginoso, y donde la tecnología es la clave, impulsar desde nuestro rol de recursos humanos la mejor experiencia de empleado, y analizando muy bien las necesidades de nuestro principal cliente, no queda otra que trabajar un Employee Journey donde cada empleado pueda vivir una experiencia lo más adaptada a sus necesidades, bajo el “paraguas” de la cultura empresarial. Todo esto nos ayudará en la construcción de marca y sobre todo, un empleado satisfecho, con un mayor “engagement”, comprometido, que repercutirá, sin duda, en un cliente más satisfecho.

Si ponemos un ejemplo de que es el compromiso de un empleado, sería como el “santo grial” donde cada persona que juega un papel en gestión de personas, ya sea desde el propio área de gestión de personas o desde una posición de liderazgo, anhela alcanzar. Todos queremos el “santo grial” pero ¿qué hacemos para conseguir impactar como área y como líder en la motivación y compromiso del empleado?

Ahora sin duda, el reto es diseñar, configurar, la mejor experiencia de empleado,  y comunicar, de forma efectiva, todo eso que hemos construido.

¿Cómo podemos hacer una primera aproximación de este enfoque, que parte del cliente, hacia el empleado?

Foco en el empleado. Si nuestra misión es hacer el mejor lugar para que el empleado de todo lo mejor de sí, ¿por qué no somos coherentes? El modelo de gestión, de liderazgo, tiene que partir del empleado, donde se pueda dar voz y escuchar al empleado, y gestionar sus expectativas, y esto requiere de un esfuerzo en el estilo de liderazgo.

Además,  estamos inmersos en un cambio profundo, donde conviven diferentes estilos de empleado, diferentes generaciones, con diferentes intereses. Los modelos tradicionales de “paquete de beneficios” empiezan a no ser suficiente.  Analizar cuidadosamente las necesidades de nuestro cliente, del empleado, nos ayudará a diseñar procesos donde gestionar mejor sus expectativas, desde la evaluación al desempeño, feedback… (hace poco me decía una amiga, tengo una persona en beca que me demanda feedback casi a diario… aquí surge la pregunta: ¿sirve el modelo tradicional de evaluación con feedback anual?).

Construir una experiencia positiva en todas las fases del ciclo de vida de un empleado, desde el proceso de selección, a todo el conjunto de experiencias que ofrecemos, e incluso, construyendo un proceso de desvinculación o una red de “ex-alumnni” que nos permita generar una experiencia positiva.

La experiencia de empleado debería ir ligada o vinculada a la que generamos para el cliente, y en el entorno actual, los empleados demandan una experiencia más personalizada, más integradora y más vinculada a sus valores ¿qué opináis?.

Más compasión, menos «yo»

 

Cada día permitirnos que nuestro cerebro, de más importancia y ponga foco en nuestras necesidades, en nuestros pensamientos, en nuestras preocupaciones, en nosotros… en el YO más egoísta, hoy os invito a trabajar más la compasión, porque solo dedicando tiempo a ver a los demás, a poner foco en otros y no tanto en nosotros mismos, nos hace valorar todo aquello que somos.

Os dejo una charla interesante de Daniel Goleman sobre la Compasión, espero que os guste. Os invito a poner foco en los demás, empezando por la persona que tenéis junto a vosotros ahora mismo.

Transformación digital, ¿qué papel juega RRHH?

Me considero digital, no por modas, no porque es algo que “queda bien”, porque te hace ser “popular” en un entorno profesional. Me gusta la tecnología, y estar conectada, porque si antes era difícil acceder a la información ahora lo complejo es no acabar “saturado” en la sociedad de la información actual y, aún así, considero que desde cualquier rol u organización, demostrar interés por aprender nuevas cosas, conocer nuevas formas de trabajo, es un “kit básico de supervivencia directiva y profesional”.

Desde la visión que tengo de las organizaciones, la transformación digital no es una necesidad ni una moda, es algo que está ahí, que ha cambiado mucho la forma de interactuar, de comportarnos y de trabajar, y ahora, no es momento de “subirse al carro” de la moda, sino de “impulsar” el cambio, la transformación digital ha llegado para quedarse, y no sé que será dentro de diez años, porque los últimos diez años hemos experimentado cambios tan rápidos en  cuanto a tecnología se refiere, pero sé que quiero estar en este proceso.

La presencia en redes sociales, es para mí una cosa más pero no es el motor ni canal principal.

Como profesionales de recursos humanos,  trabajar y liderar la transformación es uno de los hitos principales, y ahora más, con la transformación digital.  Ahora es una cuestión ya de supervivencia y es un reto bonito conocer cómo se mueve el mercado, que necesitará una empresa para lidiar en el ecosistema digital, y afrontar los retos que ya tenemos y que vendrán.

Si recursos humanos es un socio de negocio, y el modelo de relación con clientes, el proceso de venta, logística, y tantos otros se hace digital, ¿para cuándo recursos humanos se convertirá en digital?

Uno de los primeros pasos sería plantearse qué transformación aborda mi empresa y para qué quiere hacerlo, y después, desde recursos humanos, ¿en qué debemos trabajar para apoyar esta transformación digital en la organización?

A partir de ahí, recursos humanos tiene un papel clave, definir al misión o estrategia, asegurar  que se disponen de los recursos necesarios cuando se requieren, gestionarlo y ayudar en la transformación de la gestión en global, y la gestión de personas en particular, donde entran en juego muchas cosas: diferentes tipos de personas, generaciones, capacidades, intereses…

Y ahora la pregunta va más allá, ¿qué hacemos desde recursos humanos? ¿qué tipo de servicio o soporte estamos dando para impulsar este cambio? ¿es realista con la situación y personas en nuestra empresa? ¿cómo son nuestros procesos de recursos humanos? y aquí me queda una reflexión, como empleados, personas y profesionales de recursos humanos,  ¿cómo de “adaptados a la digitalización ” estamos?

La guerra del talento quedó muy atrás, ahora el reto es afrontar e impulsar esta transformación, y poner al empleado en el centro, al igual que las teorías de “customer centricity”,  “employee centricity” es la clave, y gestionar el “employee journey” cómo se diseña para con nuestros clientes.

¿Cómo de accesibles están los procesos de recursos humanos? si hoy día todo está disponible online, si puedo comunicarme con cualquier equipo de atención al cliente en una red social, ¿qué  puedo hacer para llegar hasta ese profesional de recursos humanos? Ahora recuerdo un libro que me regalaron hace algunos años, ¿quién se ha llevado mi queso? para hacer una analogía, ¿quién está liderando la transformación? ¿quién es recursos humanos?.

 

¿Porque lo llaman excelencia cuando quieren decir exigencia?

Hace unos días observaba a un niño jugando, se mostraba inquieto, y parecía disfrutar pero de pronto, exclamó “nunca lo haré bien, no quiero seguir jugando más”. ¿Qué le llevó a afirmarse así? ¿qué miedos escondía tras esas palabras? ¿para qué no seguir intentándolo? y yo me pregunto, ¿somos lo que hacemos o lo que somos?

yo elijo ser y no sólo hacer, en un mundo en el que todos vamos a un ritmo acelerado, y en ocasiones, no sabemos ni siquiera por qué, yo elijo aprender, equivocarme, y seguir aprendiendo.

La mente del aprendiz, algo que nos ayuda a no dejarnos llevar por la primera interpretación, o por nuestra mente que siempre nos lleva donde quiere, y si nos paramos, dejamos pasar esos pensamientos y nos dedicamos a escuchar lo que conforma nuestra esencia, lo que somos, lo que SOY, mi SER.

Muchas veces en mi discurrir, he elegido otra opción, y sobre todo, mi auto-exigencia me ha llevado a no disfrutar del camino, y ahora sé que puedo elegir,  me gusta aprender, y estoy abierta a conocer más, y lo primero que quiero aprender es saber más sobre mi, y tú ¿dedicas tiempo a SER o a HACER?

Si el niño pierde su interés por aprender, su curiosidad innata, sus ganas de investigar, construiremos adultos con un alto nivel de exigencia y no siempre irá parejo a la excelencia, porque nunca será suficiente.

Hace pocos días me regalaron el re-pensar sobre esta distinción: excelencia/exigencia. Hoy te regalo también a ti esta misma pero sin más presunción que la de llevarte al viaje maravilloso de descubrir más sobre tu ser, y no solo en tu hacer. ¿Quién soy? te invito a aprender, a preguntarte más todo el tiempo.

Silvia Guarnieri y Miriam Ortiz de Zárate en la obra “No es lo mismo” definen excelencia como el cuidado y atención por hacer las cosas lo mejor posible, siendo la excelencia un camino que se recorre poniendo en juego nuestras mejores capacidades y nos da grandes frutos como el aprendizaje mientras la que la exigencia la definen como un camino diferente, en el que la persona exigente no busca tanto el hacer las cosas lo mejor posible como el hacerlas perfectas. Y en este camino, en esta búsqueda, la frustración e insatisfacción son compañeros de viaje, junto con los reproches,  y en el largo discurrir, no nos permitirá ver todo el hermoso bosque con su naturaleza y diferentes tonos, colores y olores, hasta llegar al final del camino, al lugar u objetivo final. ¿Te quieres perder todo ese bello paisaje y aprendizajes por llegar antes a tu objetivo?

Los hombres inteligentes quieren aprender; los demás, enseñar.  Séneca

 

Propósitos para 2017

Propósitos 2017

Comenzamos un nuevo año, y cómo es habitual, nos llenamos de buenos propósitos, deseos y ganas de compartir con los demás.

Te propongo un reto, ¿te atreves? deja tus miedos fuera y piensa qué quieres hacer para este nuevo año, ¿cuál es tu objetivo o meta? y después, hazte esta pregunta ¿quién es la persona más importante de tu vida?, y seguro que te vendrán muchas imágenes de personas cercanas y a las que amas pero piensa de nuevo, ¿quién es esa persona?. Aunque suene algo egoísta o extraño desde nuestra percepción, TÚ eres la persona más importante de tu vida.

Sí, date el protagonismo y deja que esta persona sea el centro de tu vida, y para ello, te propongo el reto de conocerla, explorar sus caminos, su forma de ser, qué siente, porque te permitirá conocer bien a la persona más importante de tu vida, y después podrás afrontar todo lo demás. 

Mantén un diálogo profundo con lo que eres, con tu ser, con tu esencia, y después, podrás trabajar en qué quieres hacer, cuál es tu meta, y trazar tu plan para lograrlo, y también para no olvidarlo, sí, para no olvidarlo, porque a veces, dejamos de dedicar tiempo a lo que queremos y olvidamos qué objetivo queríamos lograr.

“Conócete a ti mismo”, esta cita, con diferentes teorías sobre su origen y que estaba inscrito en el templo de Apolo, en Delfos, ya es algo que alguna persona, en algún momento, hace muchos siglos,  ya se planteó. Y sigue de actualidad y es de gran valía para reflexionar. Así que este año te propongo un reto, y te pido que lo aceptes, sin miedo, con ganas por descubrir y aprender, y quererte y conocerte bien durante este año, y después, todo lo demás acompañará.

En 2017, afronta nuevos retos, toma riesgos, reduce tus miedos, amplia tu zona de confort, haz cosas que te gusten por y para ti, busca tus «para qué» y experimenta, mantén la «mente de aprendiz o de niño» y déjate sorprender, porque cada vez que te sorprendas, darás oportunidad a tu mente para aprender y disfrutar.

Te deseo mucho éxito en este proceso, y confío en qué podrás lograrlo, ¿te atreves?

Tendencias Recursos Humanos para 2017

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Como cada año, diciembre en un mes que nos provoca para pensar en nuevos proyectos, revisar qué hemos hecho a nivel profesional durante el año, cómo lo hemos hecho y plantearnos nuevos retos para el siguiente año.

Recursos humanos no es un área que deba ser diferente, y pensar qué hacer para el futuro, analizar tendencias y revisar lo que hemos hecho, tampoco debería ser distinto.

Una de las tendencias clave en esta era digital en la que estamos inmersos, rodeados de tecnología y con cambios que son muy rápidos, la digitalización y adaptación a este entorno volátil es algo relevante, donde ya no tenemos la seguridad de antaño, y desde Recursos Humanos tenemos que trabajar para ayudar en este proceso, a nuestro principal cliente interno: el empleado.

Hace unos días revisaba el informe de Bersin con las predicciones para 2017 en RRHH y que os resumo brevemente ahora:

  • Diseño organizacional en cambio. Adaptar la organización en la era digital en grupos pequeños de trabajo, centrado en cliente y donde diseñemos organizaciones que faciliten estos entornos donde haya mucha interrelación.
  • El compromiso y cultura corporativa, una prioridad top para este año. Las organizaciones deben centrarse en definir su cultura y definir sistemas de recompensa asociados a ello.
  • Feedback en tiempo real y el boom de analítica. Medir, entender y mejorar el compromiso, con feedback en tiempo real y explotando toda la información de datos, tendencia ya real en otras áreas de negocio.
  • Nueva generación del modelo de evaluación del desempeño. Mayor desarrollo de herramientas de performance management, que permitan una gestión ágil y que permita un feedback adecuado y en tiempo.
  • Foco en desarrollo y “well-being” parte clave en la gestión de talento y en recursos humanos. Nacen nuevos programas enfocados al cuidado y conciliación.
  • Experiencia de empleado. Como empresas utilizan la experiencia de cliente y usabilidad, recursos humanos tiene que crear y diseñar políticas donde el foco esté en la experiencia de empleado, durante todo el ciclo de vida en la organización. Ofrecer experiencias de calidad, embajadores de marca.
  • Digital learning y sistemas de recursos humanos. Aplicar más la parte digital en procesos y herramientas de recursos humanos y aplicarlo en formación y desarrollo, incrementar el uso de soluciones sencillas, rápidas y que permitan más transparencia y compartir información en tiempo real.
  • Diversidad, factor clave, no solo la inclusión sino que sea una prioridad y que recursos humanos sea capaz de identificar ese talento diverso, y ayudarles en su desarrollo y gestión
  • Cambio en el modelo de liderazgo. Nuevas generaciones con diferentes aspiraciones conviviendo, y por ende cambios en la definición tradicional de liderazgo presente en tantas organizaciones.
  • Mejorar la experiencia en formación y desarrollo. Función en continuo desarrollo y cambio, ayudando a los empleados de todos los niveles en su desarrollo.
  • El futuro del trabajo está en un momento crucial. Y la función de recursos humanos también, re-diseño de puestos de trabajo, impacto real de la función de recursos humanos en todo el proceso, y tomar un mayor peso desde nuestro rol.

Resulta interesante revisar y plantearse nuevos objetivos y proyectos para 2017, ¿has empezado ya con ello?.

 

Todos necesitamos una misión

Cultura empresarial

Cultura empresarial

Una definición sencilla de misión sería aquella que la define “nuestro propósito general” o “nuestra razón de ser”. El mundo empresarial, existen muchas formas de explicarlo y casi toda gran corporación tiene su misión, que junto con sus valores, conforma la entidad o el “ser” de lo que es la empresa.

El hacer aquí sería “cómo actuamos, como desarrolla su actividad la empresa”, esos comportamientos que dan forma a la cultura organizacional y que se apoya en unos valores.

¿Tienes tu misión clara? Desde el coaching por ejemplo, trabajamos con objetivo y si no lo hay, no habría proceso de coaching, así que sin tu misión, ¿cómo podrás lograr tus objetivos?, y en el mundo empresarial, para que las empresas consigan mayores “fans” si hablamos en términos actuales del mundo digital, o embajadores de su marca, hay que buscar en el “ser” profundo de la organización y encontrar una misión y valores que den forma a la cultura empresarial, y lograr que nuestros primeros embajadores, los empleados, crean en esa misión y valores, y se refleje con su compromiso, con sus comportamientos.

Muchas veces existe una cultura formal y otra “informal” que subyace dentro de cada equipo, división, departamento u organización, y es importante que busquemos como aunar lo mejor de todo ello, dotando de herramientas a las personas que forman la organización pero siempre con la base de la misión y valores compartidos, porque sin ese “patrón compartido” es difícil que nos sintamos identificados, como individuos, con la organización, y por ende, muchas teorías afirmarán que el compromiso no está o no se da.

Sabemos que existen muchos métodos para medir el compromiso de los empleados, desde una encuesta de clima, análisis de indicadores como rotación o en la actualidad, donde las redes sociales y la digitalización generan un entorno rápido y muy cambiante, se dan herramientas que intentan medir, en tiempo real, como se siente el empleado con respecto al compromiso con su organización.

¿Tenemos que esperar a que un empleado nos entregue su carta de baja voluntaria? ¿Podemos trabajar como marca empleadora el valor que damos a los empleados? Y por supuesto, qué se sientan “parte de algo”, parte de esa misión, y esos valores, es un paso esencial para poder desarrollar compromiso, qué desde mi punto de vista, y como el talento, uno no solo busca atraer a los mejores, sino desarrollarlos, pero por supuesto, que se comprometan, se sientas cómodos y puedan dar lo mejor de sí mismos.

Es por eso, donde el desarrollo de esta misión y cómo se trasmite en todas las partes y personas que componen la organización, es un factor clave de éxito para generar compromiso.