Archivo del Autor: Olga Núñez

¿Cómo será el futuro de la gestión del talento?

Hoy día, no todos los profesionales de Recursos Humanos coinciden en una única definición de Talento, y sin duda, veremos venir nuevas formas de definirlo, y seguramente nuevas formas de gestionarlo.

Ahora estamos empezando a plantearnos cómo será el talento de futuro, qué aspectos serán de gran importancia y vitales para triunfar, qué organizaciones sobrevivirán a los próximos cinco o diez años o qué nuevas herramientas cambiarán la forma en la que ahora entendemos las relaciones con las personas, y por supuesto, en los negocios y la gestión de personas.

Hay nuevas generaciones que entender y comprender para ofrecerles nuevos retos, y que conformarán muchas de las organizaciones que hoy conocemos, aunque por ahora, son una parte tan pequeña, que no todos los directores actuales de grandes empresas los tienen en consideración, como por ejemplo los denominados Millennials, que en 2025 serán más del 75% de los empleados de las empresas.

Ahora existen profesiones que hace diez años ni habríamos imaginado, las redes sociales y la tecnología han traído otra forma de gestionar las relaciones en diferentes ámbitos, personales o profesionales, barrera que en ocasiones, se entremezcla y no siempre está clara la línea que difiere entre nuestro “yo social” y nuestro “yo profesional”.

Sin duda, hay muchos aspectos a los que debemos prestar atención, y en especial, los profesionales que gestionamos personas, no solo debemos sino que tenemos la obligación de imaginar cuál será el futuro porque ya un empleado no es solo un número, es alguien que representa a la marca, es el principal embajador según dicen muchos, y que en un futuro, no muy lejano, y a pesar de la situación macroeconómica mundial, se planteará cambiar si en su organización actual no siente que está desarrollando sus sueños u objetivos, y por eso, debemos estar atentos para ofrecerles un lugar donde poder desarrollar esos sueños. ¿Qué opináis?.

¿Pueden nuestras fortalezas hacer más fuerte a nuestra organización?

Si tu respuesta es Sí, es que crees en el desarrollo del potencial que cada uno de nosotros tiene para lograr los mejores objetivos.  Como dicen muchos autores, entre ellos, Pilar Jericó, trabajar sobre la base de nuestras fortalezas ayuda a construir “cimientos” más ricos sembrando las semillas para mejores resultados, en contraposición a otros enfoques centrados en analizar nuestras áreas de mejora.

El talento puede definirse de diferentes maneras y no todos tenemos el mismo concepto de este término ni todos tenemos un único o mismo talento que aporte los mismos éxitos. Por eso, desde el punto de vista del desarrollo, una buena vía es trabajar en aquello en lo que “somos buenos” como base de todo lo que queremos conseguir, lograr o alcanzar.

Además, existen muchas investigaciones que demuestran que desarrollar las fortalezas de los empleados genera profesionales más satisfechos y comprometidos con la organización. Sin duda, uno de los pilares de todo área de RRHH y empresa debería ser trabajar por conseguir este compromiso con los valores, cultura y en definitiva, con aquello que denominanos el ADN de nuestra organización. Un empleado comprometido puede resultar mucho más inspirador que cualquier cliente satisfecho con nuestros productos porque son los “mejores embajadores de nuestra marca empresarial”. 

Según un estudio de Gallup, el compromiso de los empleados aumenta cuando sus managers gestionan su equipo en base a las fortalezas de cada uno de ellos.  Cuando nuestro jefe se centra más en nuestros aspectos positivos que los que restan o disminuyen nuestro performance o desempeño.

Gallup

Gallup

Desde este punto de vista, desde cada persona, cada área de RRHH, cada posición de manager de cada una de las organizaciones a las que pertenecemos, debemos centrarnos en el “autoconocimiento” para explorar nuestros puntos fuertes, talentos o aquello que hacemos mejor. De  este modo, podremos tener unos empleados más comprometidos y satisfechos, y los objetivos empresariales no estarán tan lejos.

 ¿Cómo trabajáis vosotros en el desarrollo de fortalezas? Que sería antes, ¿el huevo o la gallina? Un manager que nos ayude a enfocarnos en nuestro talento o puntos fuertes, o  una organización que dote, a estos gestores de personas, de herramientas para detectar y desarrollar fortalezas… ¿qué pensáis? ¿desde RRHH estamos orientados hacia ello?.

¿Cuántas veces has oído la palabra Talento?

Supongo que todos los profesionales de RRHH hablamos mucho sobre qué es el Talento, cómo atraerlo, desarrollarlo, retenerlo pero  ¿cuántas veces  hemos  citado “en vano” esta palabra? Detrás de Talento, para mí, siempre están las personas, porque ante todo, desde RRHH trabajamos por y para personas, al menos, así lo creo. 

talento

No se alcanzarían nuevos objetivos, metas empresariales, desarrollo de nuevas formas de trabajo, productos u otros sin el empuje de una o más personas. Hoy leía la frase de “no existe gran talento, sin gran voluntad”. Sin duda, nos vemos y encontramos reflejados en esta frase a muchos de los profesionales que conforman nuestras organizaciones, y a nosotros mismos. 

Talento se entiende muchas veces como la capacidad para hacer algo de forma extraordinaria o, simplemente mejor que otros pero también puede vincularse a algo que tenemos que practicar, practicar y practicar para lograr hacerlo mejor, así entendido como algo que podemos “desarrollar”.

Para muchos autores el talento se desarrolla, aunque puede ser algo innato también. Por ello, los modelos y definiciones de talento (Frankz Mönks y E. Masson) se pueden clasificar en cuatro grupos:

  • Orientados a rasgos de la personalidad y capacidades;
  • Orientados a los componentes cognitivos;
  • Orientados al logro y al rendimiento,
  • Y orientados a los elementos socioculturales  y psicosociales.

Detrás de la palabra talento, de su etimología, también tenemos referencia a una unidad monetaria utilizada en la antigua Grecia y también presente en el Nuevo Testamento…;  así pues, podemos compartir que la asociación de talento con algo valioso, viene de mucho tiempo atrás.

Ahora, muchas organizaciones tienen el rol de “gestor de talento” que no solo se ubica en los profesionales de RRHH, véase la habitual denominación de áreas en RRHH antes conocida como selección, ahora también identificada como “atracción o adquisición de talento”, sino que ahora se centra en desarrollar a los líderes o gestiores de equipos como “gestores de talento”. Esta es sin duda, una de las claves, en el proceso de desarrollo del talento  debemos dirigir y poner el foco en formar y desarrollar buenos “gestores de talento” y nuestros programas de recursos humanos deberían a ayudar y orientarse hacia esto: ayudar a los gestores de equipos que asuman su rol como “gestores de talento”. Así, conseguirán a atraer a los mejores a su equipo durante el proceso de selección, buscarán formas de motivarles y desarrollarles, porque la suma de sus talentos, ayudará a lograr los objetivos. ¿Qué os parece? ¿Estáis de acuerdo?

 Trabajemos para no “devaluar” la palabra Talento.

Periodo de reflexión y buenos propósitos

Todo tiene un comienzo, como decía en mis primeros posts, pero hay que encontrar una motivación, tiempo y dedicación para continuar con una actividad. Durante algún tiempo he dejado en “stand-by” las publicaciones en el blog pero ahora, y antes de que llegue el nuevo año con su multitud de nuevos propósitos, quiero retomarlo.

Hablar de talento hoy, con una crisis como la que estamos viviendo, no siempre es fácil pero todos tenemos algún talento, y toda una vida para descubrir cuál es. Ayudar a los demás, descubrir nuevos modelos de pensamiento, nuevas fórmulas matemáticas o una forma más fácil lo que hasta ahora hacemos de un determinado modo, eso puede ser un talento.

Para otros, buscar el “talento” es parte de su día a día, buscan los mejores candidatos pero si un buen líder que sepa gestionar ese “talento”, ayudarle a crecer y desarrollarle, poco podemos hacer los profesionales de Recursos Humanos.

Y tú, ¿qué talento tienes? ¿has descubierto el tuyo?

Comencemos un viaje sin final previsto que nos puede aportar y enriquecer cada día. Si no quieres llamarlo “talento”, define aquello que tiene valor y ponle el nombre que te resulte más apropiado.