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Mi experiencia con HRCI

El año pasado tuve la suerte de conocer a grandes profesionales de RRHH y comenzar a preparar la Certificación HRCI SPHRI en España. Son diferentes tipos de certificaciones que establecen un marco común para los profesionales de Recursos Humanos.

Las certificaciones son reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional que validan las aptitudes, habilidades y capacidades de los profesionales de RRHH. Tras compartir unas jornadas con diferentes profesionales, tuve claro que era una buena oportunidad de «poner a prueba mis conocimientos de Recursos Humanos» y decidí preparar el examen.

En España, empresas como 2mprogress  ayudan a los profesionales en el proceso de preparación para la obtención de las mismas. Tras pensarlo, y valorar qué supone una certificación así, a nivel profesional, el pasado mes de septiembre, hice el examen y obtuve mi certificación SPHRI.

¿Qué supuso para mi esta certificación? primero, es un orgullo haber sido la primera mujer en superar este examen y certificarme en España pero además, y más importante, es un reconocimiento sobre lo mucho que me apasiona todo lo relacionado con la gestión de personas y recursos humanos, y pone en valor estos conocimientos sobre un marco común y un temario que engloba todas las áreas de gestión dentro de recursos humanos, y que permite tener un «marco común» para todos los profesionales certificados.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de participar en el II foro de certificaciones internacionales en Recursos Humanos HRCI, donde tuvimos la oportunidad de compartir este foro con grandes profesionales de RRHH y  que contó con Amy S. Dufrane, CEO global de HRCI; Laura Middleton, CEO de HRCP, entidad que gestiona la formación para preparar la certificación y que es un ente diferente a HRCI, además de contar con grandes profesionales como Juan Carlos Cubeiro, Head of Talent de ManpowerGroup y  Salvador Ibáñez, country manager del Top Employers Institute; entre otros.

Gracias a todas las personas que han participado en el organización de este evento, a Campus Puente Nuevo (Universidad Corporativa de Gas Natural Unión Fenosa) por realizarlo en sus instalaciones.

Enhorabuena a todos los que compartieron también alguno de los premios concedidos por HRCI y 2mprogress por las certificaciones.

 

 

 

Nuestra naturaleza, nuestro mayor valor

 

Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose.

El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: «Perdone, ¡pero usted es terco! – ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?».

El maestro respondió:  «La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar».

Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.

Este cuento oriental nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de todas las cosas, y también la nuestra, y si nuestra naturaleza es “cuidar o amar” al otro, y es algo que viene de serie cuando nacemos, ¿por qué luchamos contra ello?.

En las organizaciones pasa algo similar, partimos de una naturaleza común, como individuos y estamos inmersos en una cultura organizacional donde compartimos, aunque no siempre, unos valores comunes. Por tanto, desde el punto de vista de la gestión de personas, también se hace necesario cuidar y trabajar sobre la base y la naturaleza de cada uno de las personas que componen los equipos, los departamentos, y la organización.

Esta historia nos lleva también a otra moraleja, no solo el respetar y entender que cada uno de nosotros tiene una naturaleza y algo que le hace único, sino que debemos aceptar a cada uno con su naturaleza y tal y cómo es.

Y eso me lleva a reflexionar sobre las distintas relaciones que existen y se dan en una organización, y la necesidad de trabajar competencias como la empatía, el saber entender y comprender el punto de vista de los demás, sin menospreciar ni enjuiciar, y gestionar las expectativas.

Como personas, tenemos la tendencia a imaginar situaciones ideales, construcciones que existen en nuestras mentes, y si no se cumplen nuestras expectativas, nos enfadamos, nos frustramos o nos entristecemos.

Es importante mantener nuestra naturaleza y no enfadarnos porque aquellos con los que convivimos, trabajamos en el mundo empresarial, no cumplen aquellas expectativas que nos hemos creado.

Es común en muchas organizaciones que la comunicación no sea correcta, y eso en la gestión de personas es vital, ayudar a que las personas construyan conversaciones “poderosas” donde dejen de lado juicios o creencias, expectativas irreales, o bien, trasmitan cuáles son de verdad esas expectativas,  ya que esto ayudaría a resolver muchos problemas que se dan en el día a día.

Muchas veces continuamos alimentando la frustración sobre expectativas que solo nosotros conocemos, y repetimos una y otra vez un patrón de comportamiento, aunque los resultados siempre sean iguales, y esto trasladado a equipos de trabajo puede ser dañino para cualquier intento de colaboración. Muchas veces, antes de colaborar, con nuestras creencias, expectativas, ya se ha eliminado toda oportunidad de colaborar.

Revisa cuál es tu naturaleza, y cuida la principal que marca lo que es un ser humano: dar amor,  desde la compasión y amor por los demás, seguramente te resulte más fácil trabajar, colaborar, y sobre todo, responder ante una determinada situación o conversación.

Recuerda tu naturaleza,  y tu esencia, si recordamos que todos estamos unidos por la capacidad que poseemos para amar,  muchas relaciones personales y profesionales, podrán basarse más en la colaboración y menos en la competición.

¿Porque lo llaman excelencia cuando quieren decir exigencia?

Hace unos días observaba a un niño jugando, se mostraba inquieto, y parecía disfrutar pero de pronto, exclamó “nunca lo haré bien, no quiero seguir jugando más”. ¿Qué le llevó a afirmarse así? ¿qué miedos escondía tras esas palabras? ¿para qué no seguir intentándolo? y yo me pregunto, ¿somos lo que hacemos o lo que somos?

yo elijo ser y no sólo hacer, en un mundo en el que todos vamos a un ritmo acelerado, y en ocasiones, no sabemos ni siquiera por qué, yo elijo aprender, equivocarme, y seguir aprendiendo.

La mente del aprendiz, algo que nos ayuda a no dejarnos llevar por la primera interpretación, o por nuestra mente que siempre nos lleva donde quiere, y si nos paramos, dejamos pasar esos pensamientos y nos dedicamos a escuchar lo que conforma nuestra esencia, lo que somos, lo que SOY, mi SER.

Muchas veces en mi discurrir, he elegido otra opción, y sobre todo, mi auto-exigencia me ha llevado a no disfrutar del camino, y ahora sé que puedo elegir,  me gusta aprender, y estoy abierta a conocer más, y lo primero que quiero aprender es saber más sobre mi, y tú ¿dedicas tiempo a SER o a HACER?

Si el niño pierde su interés por aprender, su curiosidad innata, sus ganas de investigar, construiremos adultos con un alto nivel de exigencia y no siempre irá parejo a la excelencia, porque nunca será suficiente.

Hace pocos días me regalaron el re-pensar sobre esta distinción: excelencia/exigencia. Hoy te regalo también a ti esta misma pero sin más presunción que la de llevarte al viaje maravilloso de descubrir más sobre tu ser, y no solo en tu hacer. ¿Quién soy? te invito a aprender, a preguntarte más todo el tiempo.

Silvia Guarnieri y Miriam Ortiz de Zárate en la obra “No es lo mismo” definen excelencia como el cuidado y atención por hacer las cosas lo mejor posible, siendo la excelencia un camino que se recorre poniendo en juego nuestras mejores capacidades y nos da grandes frutos como el aprendizaje mientras la que la exigencia la definen como un camino diferente, en el que la persona exigente no busca tanto el hacer las cosas lo mejor posible como el hacerlas perfectas. Y en este camino, en esta búsqueda, la frustración e insatisfacción son compañeros de viaje, junto con los reproches,  y en el largo discurrir, no nos permitirá ver todo el hermoso bosque con su naturaleza y diferentes tonos, colores y olores, hasta llegar al final del camino, al lugar u objetivo final. ¿Te quieres perder todo ese bello paisaje y aprendizajes por llegar antes a tu objetivo?

Los hombres inteligentes quieren aprender; los demás, enseñar.  Séneca

 

Propósitos para 2017

Propósitos 2017

Comenzamos un nuevo año, y cómo es habitual, nos llenamos de buenos propósitos, deseos y ganas de compartir con los demás.

Te propongo un reto, ¿te atreves? deja tus miedos fuera y piensa qué quieres hacer para este nuevo año, ¿cuál es tu objetivo o meta? y después, hazte esta pregunta ¿quién es la persona más importante de tu vida?, y seguro que te vendrán muchas imágenes de personas cercanas y a las que amas pero piensa de nuevo, ¿quién es esa persona?. Aunque suene algo egoísta o extraño desde nuestra percepción, TÚ eres la persona más importante de tu vida.

Sí, date el protagonismo y deja que esta persona sea el centro de tu vida, y para ello, te propongo el reto de conocerla, explorar sus caminos, su forma de ser, qué siente, porque te permitirá conocer bien a la persona más importante de tu vida, y después podrás afrontar todo lo demás. 

Mantén un diálogo profundo con lo que eres, con tu ser, con tu esencia, y después, podrás trabajar en qué quieres hacer, cuál es tu meta, y trazar tu plan para lograrlo, y también para no olvidarlo, sí, para no olvidarlo, porque a veces, dejamos de dedicar tiempo a lo que queremos y olvidamos qué objetivo queríamos lograr.

“Conócete a ti mismo”, esta cita, con diferentes teorías sobre su origen y que estaba inscrito en el templo de Apolo, en Delfos, ya es algo que alguna persona, en algún momento, hace muchos siglos,  ya se planteó. Y sigue de actualidad y es de gran valía para reflexionar. Así que este año te propongo un reto, y te pido que lo aceptes, sin miedo, con ganas por descubrir y aprender, y quererte y conocerte bien durante este año, y después, todo lo demás acompañará.

En 2017, afronta nuevos retos, toma riesgos, reduce tus miedos, amplia tu zona de confort, haz cosas que te gusten por y para ti, busca tus «para qué» y experimenta, mantén la «mente de aprendiz o de niño» y déjate sorprender, porque cada vez que te sorprendas, darás oportunidad a tu mente para aprender y disfrutar.

Te deseo mucho éxito en este proceso, y confío en qué podrás lograrlo, ¿te atreves?

Tendencias Recursos Humanos para 2017

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Como cada año, diciembre en un mes que nos provoca para pensar en nuevos proyectos, revisar qué hemos hecho a nivel profesional durante el año, cómo lo hemos hecho y plantearnos nuevos retos para el siguiente año.

Recursos humanos no es un área que deba ser diferente, y pensar qué hacer para el futuro, analizar tendencias y revisar lo que hemos hecho, tampoco debería ser distinto.

Una de las tendencias clave en esta era digital en la que estamos inmersos, rodeados de tecnología y con cambios que son muy rápidos, la digitalización y adaptación a este entorno volátil es algo relevante, donde ya no tenemos la seguridad de antaño, y desde Recursos Humanos tenemos que trabajar para ayudar en este proceso, a nuestro principal cliente interno: el empleado.

Hace unos días revisaba el informe de Bersin con las predicciones para 2017 en RRHH y que os resumo brevemente ahora:

  • Diseño organizacional en cambio. Adaptar la organización en la era digital en grupos pequeños de trabajo, centrado en cliente y donde diseñemos organizaciones que faciliten estos entornos donde haya mucha interrelación.
  • El compromiso y cultura corporativa, una prioridad top para este año. Las organizaciones deben centrarse en definir su cultura y definir sistemas de recompensa asociados a ello.
  • Feedback en tiempo real y el boom de analítica. Medir, entender y mejorar el compromiso, con feedback en tiempo real y explotando toda la información de datos, tendencia ya real en otras áreas de negocio.
  • Nueva generación del modelo de evaluación del desempeño. Mayor desarrollo de herramientas de performance management, que permitan una gestión ágil y que permita un feedback adecuado y en tiempo.
  • Foco en desarrollo y “well-being” parte clave en la gestión de talento y en recursos humanos. Nacen nuevos programas enfocados al cuidado y conciliación.
  • Experiencia de empleado. Como empresas utilizan la experiencia de cliente y usabilidad, recursos humanos tiene que crear y diseñar políticas donde el foco esté en la experiencia de empleado, durante todo el ciclo de vida en la organización. Ofrecer experiencias de calidad, embajadores de marca.
  • Digital learning y sistemas de recursos humanos. Aplicar más la parte digital en procesos y herramientas de recursos humanos y aplicarlo en formación y desarrollo, incrementar el uso de soluciones sencillas, rápidas y que permitan más transparencia y compartir información en tiempo real.
  • Diversidad, factor clave, no solo la inclusión sino que sea una prioridad y que recursos humanos sea capaz de identificar ese talento diverso, y ayudarles en su desarrollo y gestión
  • Cambio en el modelo de liderazgo. Nuevas generaciones con diferentes aspiraciones conviviendo, y por ende cambios en la definición tradicional de liderazgo presente en tantas organizaciones.
  • Mejorar la experiencia en formación y desarrollo. Función en continuo desarrollo y cambio, ayudando a los empleados de todos los niveles en su desarrollo.
  • El futuro del trabajo está en un momento crucial. Y la función de recursos humanos también, re-diseño de puestos de trabajo, impacto real de la función de recursos humanos en todo el proceso, y tomar un mayor peso desde nuestro rol.

Resulta interesante revisar y plantearse nuevos objetivos y proyectos para 2017, ¿has empezado ya con ello?.

 

Todos necesitamos una misión

Cultura empresarial

Cultura empresarial

Una definición sencilla de misión sería aquella que la define “nuestro propósito general” o “nuestra razón de ser”. El mundo empresarial, existen muchas formas de explicarlo y casi toda gran corporación tiene su misión, que junto con sus valores, conforma la entidad o el “ser” de lo que es la empresa.

El hacer aquí sería “cómo actuamos, como desarrolla su actividad la empresa”, esos comportamientos que dan forma a la cultura organizacional y que se apoya en unos valores.

¿Tienes tu misión clara? Desde el coaching por ejemplo, trabajamos con objetivo y si no lo hay, no habría proceso de coaching, así que sin tu misión, ¿cómo podrás lograr tus objetivos?, y en el mundo empresarial, para que las empresas consigan mayores “fans” si hablamos en términos actuales del mundo digital, o embajadores de su marca, hay que buscar en el “ser” profundo de la organización y encontrar una misión y valores que den forma a la cultura empresarial, y lograr que nuestros primeros embajadores, los empleados, crean en esa misión y valores, y se refleje con su compromiso, con sus comportamientos.

Muchas veces existe una cultura formal y otra “informal” que subyace dentro de cada equipo, división, departamento u organización, y es importante que busquemos como aunar lo mejor de todo ello, dotando de herramientas a las personas que forman la organización pero siempre con la base de la misión y valores compartidos, porque sin ese “patrón compartido” es difícil que nos sintamos identificados, como individuos, con la organización, y por ende, muchas teorías afirmarán que el compromiso no está o no se da.

Sabemos que existen muchos métodos para medir el compromiso de los empleados, desde una encuesta de clima, análisis de indicadores como rotación o en la actualidad, donde las redes sociales y la digitalización generan un entorno rápido y muy cambiante, se dan herramientas que intentan medir, en tiempo real, como se siente el empleado con respecto al compromiso con su organización.

¿Tenemos que esperar a que un empleado nos entregue su carta de baja voluntaria? ¿Podemos trabajar como marca empleadora el valor que damos a los empleados? Y por supuesto, qué se sientan “parte de algo”, parte de esa misión, y esos valores, es un paso esencial para poder desarrollar compromiso, qué desde mi punto de vista, y como el talento, uno no solo busca atraer a los mejores, sino desarrollarlos, pero por supuesto, que se comprometan, se sientas cómodos y puedan dar lo mejor de sí mismos.

Es por eso, donde el desarrollo de esta misión y cómo se trasmite en todas las partes y personas que componen la organización, es un factor clave de éxito para generar compromiso.

 

 

Infografía Engagement Empleados

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Hoy os dejo un post corto pero muy “visual”.  El compromiso o “engagement”, locución en inglés más usada, es hoy día una quimera para muchas organizaciones y los profesionales de recursos humanos. A veces, no basta con seguir aplicando las mismas medidas y herramientas de hace más de veinte años, sobre todo en recursos humanos, y hay que encontrar nuevas fórmulas para potenciar el compromiso de los empleados, y adaptarnos a nuevas generaciones, a entornos tan volátiles como vivimos ahora, donde una tecnología queda obsoleta en solo meses… ¿y tú, qué medidas utilizas en tu organización?

 

Cuando el miedo aparece, el talento se diluye

miedoEn muchas organizaciones se trabaja desde la cultura del miedo, y no nos equivoquemos, todos hemos sentido miedo alguna vez, y el miedo a su vez, es parte del avance de nuestra especie, el ser humano.

Y las organizaciones, al menos hasta hoy día, se componen de personas, seres humanos con sus miedos, preocupaciones, desazones, ilusiones, objetivos y esperanzas.

El miedo nos has ayudado a nuestra supervivencia pero en el mundo empresarial y en nuestro mundo actual, ¿es efectivo para que los profesionales den lo mejor de sí mismos?

“Trata a un hombre tal y como es y seguirá siendo lo que es. Trata a un hombre como puede ser y debe ser y se convertirá en lo que puede y debe ser”. Johann Wolfgang Goethe. Poeta y dramaturgo alemán.

El miedo es una emoción básica, que se produce cuando sentimos una sensación desagradable por la percepción de un peligro, y esto puede ser real, cuando sentimos que un coche viene a gran velocidad y nos podemos chocar, pero también, y puede generarse por algo que “creemos que va a pasar”. Este sin duda, es el miedo que más daño nos puede causar, y puede paralizarnos.

En muchas organizaciones, el miedo es parte de su cultura, es parte de la forma o estilo de gestión, y puede causar un gran daño, a la larga. Muchas veces, evitamos tomar riesgos, asumir nuevos retos, o decir, simplemente, que ese proceso no es bueno, y que podría llevar a una mayor eficacia y seguramente, mejores resultados.

Este miedo puede ser un gran lastre, y puede frenar nuestro talento, y a aquellos que gestionan equipos, si generan ese miedo, pueden reducir y sin duda parar, el talento de su equipo.

Y no nos olvidemos, el talento sin confianza, no trabajará. Cuando el miedo aparece, el talento se desvanece, salta por la ventana o choca contra un gran muro en mitad de un gran abismo.

El gran antídoto contra el miedo es la confianza, tener confianza en tu entorno, en tus compañeros, en tu jefe, sentir que si erras, hay todo un hermoso aprendizaje detrás, y que siempre te quedará esa red, compañeros, jefes, organización, que te proteja y que considere que el éxito no es algo inmediato, y que todo proceso tiene hermosos aprendizajes.

Desde recursos humanos, uno de los nuestros mayores retos y sin duda, algo que hace que aportemos valor es poder generar entornos y culturas que permitan el error, donde haya confianza, y se permita que el talento no se oculte frente al miedo.

¿Qué os parece?

Inspiración o satisfacción de empleados, ¿qué hacemos en las organizaciones?

Fuente Bain & company

Fuente Bain & company

Una de las principales preocupaciones y la eterna lucha es conseguir empleados satisfechos, comprometidos, pero ya no basta con medir el nivel de satisfacción con la encuesta  clima anual.

Si queremos avanzar en el rol de recursos humanos y yendo más allá, una de los aspectos clave de recursos humanos es ser un actor principal para generar un entorno donde todos quieran dar lo mejor de sí mismos, como agente que impulse el cambio, y que sea desde la guía, soporte y coaching, un área que fomente una cultura y liderazgo orientado en la gestión de personas.

De este modo, y tal cómo dicen muchos estudios, podremos conseguir mejores resultados empresariales, porque el principal activo, las personas, no es solo un término de la definición del área: “recursos humanos” sino que es el motor que trabaja, impulsa, y desarrolla su actividad para conseguir grandes resultados.

Está comprobado que un empleado comprometido consigue mejores resultados pero, ¿y nuestro departamento de Recursos Humanos, está comprometido para llegar a inspirar?

Desde nuestra área, tenemos que trabajar porque crear entornos de trabajo donde poder desarrollar todo el potencial, y que tengamos empleados que se sientan “inspirados” por nuestra misión y por lo que hacemos en la organización, e ir más allá de un empleado satisfecho.

¿Qué retos tendremos que afrontar?

¿Qué retos tendremos que afrontar?

  • Retener y recompensar a los mejores
  • Desarrollar la nueva generación de líderes de la organización, que “inspiren” a los empleados.
  • Crear una cultura corporativa orientada a atraer a los mejores.  Y todos formamos parte de esa cultura.

¿Qué opináis?

¿Cuál será el futuro del rol de Recursos Humanos?

 

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Picture from talentsquare.com

Si el futuro del trabajo, el entorno y tejido empresarial, y la tecnología están cambiando a  una velocidad hasta ahora desconocida, parece que la evolución de recursos humanos es, al menos, diferente.

Mucho hemos cambiado, como profesionales de recursos humanos, o ¿no tanto?,  en muchas organizaciones el papel de recursos humanos parece anclado en los años 60, aún en la gestión y administración de recursos, no añado humanos porque desde mi perspectiva, queda muy lejos de lo que entiendo por profesional de gestión de personas.

Algunos hoy nos llaman recursos humanos, inhumanos algunas veces también, gestores de talento, impulsores o activo clave para el cambio, gestores de personas… y tantas otras denominaciones o nombres, en español o con nombres más exóticos… Algunos incluso, van más allá, y ahora son “happiness officers”.

Y en este entorno donde los cambios son tan rápidos, la tecnología nos permite a avanzar a un ritmo o proporción de cambio antes nunca vista, ¿cómo somos en recursos humanos?

Entiendo que nos tenemos que adaptar a la cultura y al tipo de organización pero, qué podemos hacer para ir al mismo ritmo y no quedarnos en nuestro confortable sillón de recursos humanos, inamovibles…

Queda mucho por hacer pero si el futuro del trabajo está cambiando tanto, y muchas profesiones que serán clave en diez años, aún no existen, ¿qué harás para que el rol de recursos humanos crezca y vaya al mismo ritmo que estos cambios?

Algunas tendencias para 2020, que ya está tan cerca, nos dicen:

  • El Rol de Happiness officer será el que tenga, entre sus responsabilidades:
  • Tratar a las personas como personas, con preocupaciones. ¿Obvio, no? Respeto es esencial para generar un entorno de trabajo y relaciones saludables. La mayoría de los empleados buscan sentirse valorados por su empresa.
  • Garantizar los “básicos”, cubrir las necesidades básicas que ya señalaba Maslow.  Retribuir de acorde a lo logrado por ejemplo.
  • Ir más allá de escuchar a los empleados, “darles voz”. Ofrecer canales, herramientas y otros foros donde puedan expresar y proponer ideas, “comunidades” y no seguir perpetuando la comunicación en una única vía, cómo hasta ahora. ¿Tiene tu organización canales u otros donde la comunicación no sea solo unidireccional?
  • Coherencia entre valores corporativos. ¿Tu empresa tiene unos valores? ¿Y somos coherentes con los valores? Si el empleado se identifica con esos valores y la cultura corporativa, y siente que existe coherencia entre lo que expresamos y lo que hacemos, el compromiso o “engagement” será más alto.
  • Fomentar entornos de trabajo saludables, no todo es trabajo. Diversión y entornos para tener tiempo para relajarse o tener algo de ocio, en lugares donde pasamos tantas horas, es algo también en auge.
  • Ayudar a generar redes de colaboración, trabajo en equipo, entre todas las áreas de la organización.
  • Ofrecer libertad. Algunas empresas como Google ofrecen libertad a sus empleados para emprender internamente, más allá de su rol diario.
  • Y cómo no, ayudar a crecer. Ofrecer oportunidades y entornos donde los empleados puedan crecer, un básico, que a veces, no impulsamos tanto cómo esperan nuestros empleados, aquellos a los que damos servicio y que definen nuestro nombre  “recursos humanos”.

¿Qué os parece?